AMIGOS DESDE LA LEJANIA

Hace mucho rato què vengo recordando la època en la que estuve en medio de la selva amazònica colombiana, en la frontera con Brasil. Fuè un año y medio de mucho aprendizaje personal, limitaciones y reconocimiento de una cultura que, estando en nuestro territorio, nos negamos a hacerla nuestra.

A decir verdad, fuè una epoca para añorar. Aunque fuè una experiencia dura fisicamente (bajè como diez kilos), muchas de las vivencias que logrè obtener me acompañan aùn hoy dìa, y las aplico tanto en mi vida personal como profesional.

No crean que estaba secuestrado... no. Simplemente es el reflejo de estar en contacto con un lugar tan hermoso como agreste.

En la selva conocimos a Javier. Un guerrero que comerciaba cemento entre las fronteras. Conocedor de los rìos y de la vida dura, llegò a un pequeño puesto de salud enclavado en Yavaratè, Colombia, acosado por un terrible dolor que le producian unos càlculos renales. Bueno... entre el mèdico y yo (no teniamos enfermera), con las limitaciones del caso, logramos aliviarlo hasta que estuvo en condiciones de salir hacia Mitù. Hoy estuvo en mi consultorio. Trajo mambe de coca y su nostalgia por la selva.

Y mientras ustedes me piensan un poquito, yo pensarè en ustedes, mis amigos del blog, y me sentarè con mi mambe a decirles: "Encontrar de nuevo a un amigo lejano es mejor que encontrarse un billete en el bolsillo del pantalòn".